Cuidado con las consecuencias negativas de las bebidas isotónicas

El verano es una época en la que aumentamos el tiempo que dedicamos a ejercitar nuestro cuerpo. Las vacaciones, o la menor carga de trabajo, y una meteorología amena, sobre todo a partir de según qué horas, nos permiten hacer el deporte que dentro de una rutina habitual nuestros horarios no nos dejan. Como ya vimos en posts anteriores, tu salud bucodental y tu rendimiento deportivo están más íntimamente ligados de lo que podrías pensar en primera instancia. Al hilo de esto, y valorando la importancia de la hidratación durante la práctica deportiva en verano, hemos de considerar las consecuencias negativas de las bebidas isotónicas en nuestra salud bucodental. Hemos de llevar cuidado, como aquí te contamos.

El de las bebidas isotónicas es un especial cuidado porque es un hábito que parece del todo inofensivo. De hecho, incluso se percibe como algo positivo, ya que nos ayudan a incrementar nuestro rendimiento cuando estamos haciendo deporte, nos dan energía, carecen del exceso de azúcar que tienen los refrescos y su sabor es agradable. Aun así, puede influir negativamente en nuestra salud.

¿Cómo evitar que así lo haga? Principalmente, moderando su consumo, como hemos de hacer con otros alimentos de los que es más popularmente conocido su factor dañino en nuestra boca cuando se consume sin precaución, como el chocolate o los helados, por ejemplo. Si las consumimos moderadamente, las bebidas isotónicas sirven para reponer el agua y los electrolitos perdidos. Y, dejando el ejercicio físico al lado, son también recomendadas a pacientes que han sufrido de vómitos o diarrea porque actúan como suero fisiológico.

Sin embargo, entre su composición también se encuentran agentes que pueden ser dañinos para la salud de nuestra boca. El ácido cítrico es un aditivo que puede dañar el esmalte dental, exponiendo la dentina a un problema de sensibilidad dental que, además, desencadena la aparición de caries. Es algo que se encuentran en frutas cítricas y a lo que no damos importancia porque no solemos consumirlas en exceso, por lo que debemos prestar atención a las bebidas isotónicas.

No hay por qué alarmarse si eres un consumidor habitual de bebidas isotónicas, pero lo haces con moderación y responsabilidad. Lo principal es no confundir para qué están concebidas, como es reponer sales minerales o electrolitos, y no consumirlas como si fueran agua o para, simplemente, calmar la sed, sin tan siquiera estar haciendo ejercicio físico.

Como después de las comidas, es beneficioso si después de haber consumido este tipo de bebidas te sometes a un cepillado dental, pero es mejor si no lo haces de inmediato y esperas unos minutos, para darle la oportunidad al esmalte reblandecido de endurecerse de nuevo. Eso sí, no olvides que tu boca es mucho más que tus dientes, por lo que esta higiene es completa si incluye a encías y lengua, y si está complementada con colutorio e hilo dental.

Recuerda que unos hábitos saludables y una vida activa ayudan también a una mejor salud bucodental, y que, en el caso de las bebidas isotónicas, solo se trata de consejos de moderación para que no afecten ni a tu salud ni a tu rendimiento deportivo.