¿Implante de Titanio vs. Implante de Circonio?

Hace poco tuve en la consulta a una chica que había sufrido la fractura vertical en un premolar, razón por la que el tratamiento planteado fue la extracción más la colocación de un implante inmediato de titanio.
Al hablarle del Titanio la paciente se inquietó y manifestó ser alérgica a los metales y gracias a la cantidad de información vertida en internet, ella misma me pidió que le colocáramos un implante de circonio. Ante esta disyuntiva me viene a la cabeza un problema que se presenta últimamente en consulta derivado de interpretaciones erróneas de la información disponible en diferentes medios.
Si bien me gustan los pacientes informados ya que hacen mucho más sencillo mi trabajo, debo decir que existe una diferencia entre conseguir información en internet sobre algún procedimiento médico y el criterio necesario para optar por dicho tratamiento.
Muchas veces les digo a mis pacientes que la odontología no es matemática, esto hace referencia a que no existe exactitud absoluta en los tratamientos que escogemos para nuestros pacientes, ni podemos garantizar al 100% que un tratamiento será seguro o no. Por lo tanto, siempre nos estamos moviendo en un mundo de probabilidades en el que la evidencia científica (los estudios llevados a cabo que permiten saber la efectividad o no y la seguridad o no de un procedimiento médico u odontológico) es lo que nos guía. Comprendo perfectamente la inquietud y preocupación de mi paciente ante la alergia a los metales, nadie quiere realizarse un tratamiento que termine fracasando por una situación que puede evitarse. Sin embargo, hasta el momento, la evidencia científica reporta al titanio como un metal biocompatible, es decir que no daña al organismo, con muy bajas probabilidades de producir alergia (Hosoki M et al Allergic contac dermatitis caused by titanium screws and dental implants. J Prosthodondt Res. 2016 Julio; 60 (3): 213-9). Es decir, en general el riesgo de alergia al titanio es menor que con otros materiales metálicos.

Si bien existe y por rutina debe saberse la historia de hipersensibilidad o reacción del paciente a metales y otros materiales, múltiple evidencia científica avala la seguridad de los implantes de titanio comercialmente puro. Sin embargo, la misma evidencia científica aún no deja claro la seguridad de un implante dental de circonio comparada contra uno de titanio.
Ante este panorama, por la seguridad de mi paciente y después de un estudio exhaustivo mi inclinación natural es recomendar a mi paciente un implante de titanio debido a la baja probabilidad de reacción alérgica y evidenciada tasa de éxito del mismo, mientras que con el circonio tenemos una baja tasa de reacción alérgica pero no una buena evidencia documentada de éxito.