Una buena higiene dental es imprescindible para llevar una vida sana. Sabemos que debemos cepillarnos los dientes de manera regular y hacer un buen uso del colutorio y el hilo dental. Pero ¿tenemos claro a qué edad debemos comenzar a cuidar la boca de nuestros hijos? ¿Cuál es la mejor manera de prevenir la tan temida caries en los niños?

Nunca es demasiado pronto

La limpieza bucal infantil debe comenzar desde recién nacido, usando una gasa de algodón humedecida con agua potable. Muchos padres cometen en el error de no comenzar esta higiene hasta los 6 meses de edad de sus hijos. En esta fecha aparece la dentición primaria (dientes de leche) y si no se han mantenido cuidados previos, existe el riesgo de una aparición prematura de la caries.

De hecho, el cuidado de los primeros dientes es fundamental para el correcto desarrollo de la dentadura definitiva del niño. Ayudaremos a generar un hábito de limpieza que acompañará a nuestros hijos durante toda su vida. En cuanto aparezca el primer diente del bebé, debemos asegurarnos de que reciba la suficiente cantidad de flúor. Esta primera aparición dental puede generar dolor e incluso fiebre en algunos niños, así que recomendamos visitar al médico para que nos ayude a superar esta etapa sin complicaciones.

Cuando el niño cumpla 1 año, debemos programar la primera visita al odontólogo. En esa edad, ya deben usar su primer cepillo dental de cerdas suaves dos veces al día. También es importante realizar un control de los hábitos de succión de los niños así como de la forma de su mordida. Todo esto nos ayudará a que su dentadura se desarrolle con la alineación adecuada.

A partir de los 2 años de edad, los niños deben aprender a “jugar” a cepillarse los dientes. Tenemos que estar muy atentos en esta etapa ya que no saben escupir el agua hasta que cumplen los 3 años, por regla general. En algunos casos se puede empezar a usar el hilo dental y pastas de dientes con flúor, pero debemos asegurarnos primero con un dentista.

La caries: La archienemiga del niño

Esta enfermedad está considerada una verdadera epidemia. A comienzos de la década de 2010, una media del 36% de los niños entre 5 y 6 años sufrió caries en los dientes de leche. Por ello debemos tomarnos muy en serio su prevención durante la infancia de nuestros hijos.

Debemos acostumbrar a los niños a seguir una dieta equilibrada que incluya vitaminas y minerales. Además, es especialmente importante que contenga mucho calcio, flúor y fósforo. Hay que evitar un consumo excesivo de azúcares y almidones, sobre todo entre horas. Estos se convierten en ácidos dañinos para el esmalte y favorecen la aparición de caries.

Finalmente, es de vital importancia que los padres no compartan alimentos ni bebidas con sus hijos. Compartir cuchara o tenedor también está totalmente desaconsejado. Todo esto puede generar la transmisión de gérmenes de padres a hijos que pueden provocar caries o infecciones en la encías de los niños.