Las vacaciones, esa época tan esperada del año. La gran parte de la población escoge tomarse ese tiempo de desconexión y relax en verano, cuando más apetece pulsar el botón de pausa para dedicarnos a recargar pilas en tranquilidad. Descansamos cuerpo y mente, pero no todo el tiempo. También queremos aprovechar el calor y la buena temperatura de determinadas horas del día para vivir experiencias que no acostumbramos durante el año, algunas más arriesgadas que otras. Y es ahí cuando podemos entrar en peligro de sufrir un traumatismo dental en vacaciones, lejos de nuestro dentista habitual, por lo que debemos saber qué hacer en ese caso.

Esto ocurre principalmente cuando nos damos a deportes de riesgo o para los que no somos expertos practicantes. Muchos de ellos acuáticos, otros en lugares más peligrosos para los que el carácter vacacional nos hace quitarle hierro al peligro, y otros más convencionales, pero que se practican con balón o accesorios para los que no estamos entrenados, como pueden ser el baloncesto o el tenis, por ejemplo. Además, nunca estamos a salvo de sufrir algún accidente por caídas o golpes que no dependen de nosotros mismos.

Hay que actuar rápido y desde la calma

Ante un traumatismo dental, lo primero de todo es actuar con velocidad. Una rápida reacción nos permite estar en tiempo para salvar el problema, pero para ello necesitamos actuar desde la tranquilidad y sin dejar que la situación se apodere de nosotros, pues debemos tomar buenas decisiones. Ahora, tocaría comprobar si el diente está dentro o fuera de la cavidad bucal, además de ver si está simplemente dañado o roto por completo.

Si el diente ha abandonado su lugar y está fuera de la boca, lo crucial es encontrarlo y conservarlo hasta llegar a la consulta dental más cercana. No hay que limpiarlo ni manipularlo, pues eso ya lo hará un profesional cualificado para ello, tan solo conservarlo hasta ser puesto en manos del dentista para estudiar la posible reimplantación del mismo. Si el diente sigue en su sitio, pero se ha roto, encontrar la pieza despedida también es importante para idéntico fin. Aunque la velocidad de acción es fundamental, y llevando el diente o el trozo de diente tal y como se encuentra puede ser suficiente, también sería positivo hacerlo llegar a la clínica dental en leche entera fría. Ojo, entera, no desnatada ni semidesnatada.

Esta velocidad de acción está en la de acudir a la clínica dental de urgencia cuanto antes, puesto que el tiempo corre en contra y debemos evitar la infección de la pulpa dental, daños en la raíz o, incluso, perder el diente. En su intento por salvar la situación, el dentista practicará un empaste si el nervio no ha sido dañado, pero, si lo ha sido, llevará a cabo una endodoncia.

En las clínicas LG Dental, de San Pedro del Pinatar, e Indent, de Fuente Álamo, estamos absolutamente preparados para dar respuesta a situaciones de complejidad y urgencia como esta, además de estar situadas en zonas vacacionales o próximas a estas. Además, estaremos encantados de hacer una revisión del estado de tu boca tanto antes como después del periodo de verano, primero para darte los consejos a seguir y, posteriormente, para ver qué tal te ha sentado el verano.