La diabetes y la enfermedad de las encías son dos patologías que están muy relacionadas. La aparición de una de ellas puede ser un detónate para la otra. Por ello, para mantener a raya los efectos negativos de ambas afecciones, los endocrinólogos y nutriólogos deben trabajar junto con odontólogos, y también con los propios pacientes.

Mala salud bucal: síntoma de diabetes

La periodontitis forma parte de la lista de los síntomas que pueden presentar las personas diabéticas. La alteración de los niveles de glucosa en la sangre modifica la estructura de los vasos sanguíneos; esto a su vez tiene como consecuencia que las encías no reciban la cantidad suficiente del flujo sanguíneo.

Por otra parte, el exceso de azúcar también se ve reflejado en la saliva; de esta forma, toda la cavidad bucal queda expuesta a bacterias y gérmenes, responsables de la aparición de infecciones. Y ello con el agravante de que, para este tipo de pacientes, la superación de cuadros infecciosos es algo complicado.

Otros problemas bucales que pueden acompañar a la diabetes son: la candidiasis oral, alteraciones en el gusto, ardor bucal y agrandamiento de las glándulas salivales. También puede aparecer la xerostomía (boca seca) o complicaciones después de la extracción de piezas dentales.

La diabetes y la enfermedad de las encías: una mala combinación

El control de los niveles de glucemia se ve seriamente comprometido entre las personas con enfermedad de las encías. Adicionalmente, se incrementan los riesgos que aparezcan otras complicaciones directamente relacionadas con el exceso de azúcar en la sangre.

Está probado que los pacientes afectados de manera simultánea por la diabetes y la enfermedad de las encías, tienen cinco veces más probabilidades de presentar anomalías renales. Además, el peligro de muerte por síndrome cardio-renal se incrementa hasta en un 70%.

Romper el círculo vicioso

Para mantener un efectivo control de la glucemia, es imprescindible tener una salud bucal óptima. En este sentido, son imprescindibles las visitas regulares al odontólogo, cada seis meses como mínimo.

De igual forma, si los niveles de azúcar superan los límites saludables, el control de la periodontitis y otras enfermedades bucales será complicado. Los cuadros irreversibles, como la caída de los dientes, pueden ser una de las consecuencias de esta situación.

Con el propósito de evitar más dificultades, el tabaquismo es un hábito que debe erradicarse. Por otra parte, nunca hay que olvidar el cepillado de los dientes tres veces al día y la utilización del hilo dental.