Nuestra carta de presentación es, sin duda, nuestra sonrisa. Es lo primero que los demás ven de nosotros, donde se refleja nuestra personalidad, actitud, energía y belleza. La cuidamos día a día para que siempre luzca perfecta, pero nunca están de más algunos trucos para conseguir que luzca aún más bonita de lo que lo hace ya.

Lo que más afecta a nuestra sonrisa son esos cambios de temperatura que ahora se avecinan. La piel de los labios y alrededores de la boca es muy frágil, lo que se convierte en un blanco fácil para el frío, el sol y el viento. Además, se acerca una época en la que también son frecuentes los virus del herpes, que incluso puede llegar a ser peligroso si no lo cuidamos adecuadamente.

Labios

Últimamente es tendencia el cuidado de labios con exfoliantes naturales y bálsamos. ¡Apúntate a esta moda! Exfoliarlos con ligeros masajes y mantenerlos siempre hidratados ayudará a que no se agrieten y se descamen.

Además, la hidratación es fundamental, tanto por dentro como por fuera. Es recomendable beber mucha agua y usar bálsamos tanto de día (con protección solar) como de noche, enriquecidos con aceites esenciales y vitaminas.

Dientes

Cepilla tus dientes después de cada comida con movimientos suaves y circulares, usando siempre un cepillo y pasta dental adaptados a tus necesidades. No olvides complementar el cepillado con el uso de hilo o cinta dental y un colutorio.

¡El dentista no muerde! Visítalo periódicamente y realízate como mínimo una limpieza dental al año, asegurándote así que eliminas el sarro y el biofilm dental. Como hemos dicho anteriormente, beber agua es una pieza clave para una sonrisa espectacular. En este caso, ayuda a la salivación.

Paladar, lengua, encías…

Para completar la limpieza bucodental, no olvides cepillar también tus encías, el paladar, la lengua y el interior de las mejillas y enjuagarte con un colutorio para eliminar todas las bacterias. También puedes usar un limpiador lingual y llevarlo siempre contigo. Te ayudará a mantener siempre un aliento fresco.