La Navidad son fechas de mucho ajetreo social, de apetecibles quedadas con amigos y de otros tantos compromisos ineludibles con familiares. En todas estas citas resulta muy difícil guardar las formas y solemos darnos un festín comiendo de todo aquello que nos apetece en el momento, sin reparar en posibles consecuencias.

Que lo excepcional no se convierta en norma es uno de los objetivos de los profesionales de la salud bucodental. Darse un capricho ocasionalmente no supone un problema en sí, siempre y cuando no llevemos al día a día, y hagamos habituales las comilonas y los excesos.

El azúcar y la caries van de la mano

Si algo es típico de estas fechas son los tradicionales dulces de Navidad. Todos conocemos miles de variedades, todas con diferentes formas y sabores, pero, con un mismo denominador en común, el azúcar.

Todo estaría más o menos controlado si el azúcar que corre por nuestras venas y arterias procediera solo de los dulces. Este se encuentra en gran medida en las bebidas refrescantes que todos tenemos en mente cuando salimos a cenar, a tomar algo con los amigos o cuando salimos de fiesta para mezclarlo con alcohol.

Abusar de este tipo de alimentos es de los más común en épocas como estas donde prácticamente pasamos más tiempo en la calle que en nuestras casas y, por lo tanto, podemos controlar menos nuestra capacidad de acción.

¿Cómo podemos prevenir la caries?

De todas formas, podemos disfrutar de las fechas navideñas sin pegarnos atracones de azúcar que conviertan nuestra boca en un festival para las bacterias que forman la caries.

Llevar un cuidado óptimo de la salud bucodental durante estos días es fácil siempre y cuando realicemos las siguientes recomendaciones:

• Reducir la ingesta de bebidas carbonatadas y refrescantes que disparan al máximo los niveles de azúcar
• Cepillar los dientes tras cada comida, o al menos, 2 veces al día.
• Utilizar hilo dental o un cepillo interproximal para limpiar la totalidad de paredes dentales, así como los huecos entre dientes.
• Enjuagar la boca tras el cepillado, pues solo así la limpieza será total.

Como consejo extra, comer sano en Navidad no es ninguna utopía, pero para ello debes tener claro tus prioridades, planificar tus alimentos y controlar algunos deseos. De esta forma, no se formará caries en tu boca y, a la larga, lo agradecerás.