La esperanza de vida cada vez es mayor y, en nuestro país, las personas mayores de 65 años ya superan el 16% del total de la población. Es importante que no descuidemos nuestros hábitos de salud bucal con el paso de los años, pues los dientes son algo para toda la vida y de su salud dependerá en gran parte nuestra calidad de vida.

Las personas mayores, debido a su edad, pueden padecer más problemas bucales que otros sectores de la población. Por ejemplo, puedo existir un mayor desgaste del esmalte dental en personas mayores, lo que precisa de una mayor atención para prevenir afecciones bucales como la caries o las enfermedades periodontales, que se podrán evitar si prestamos atención a signos como el sangrado de las encías o la halitosis y visitando de forma regular al dentista.

Otra de las afecciones bucales más comunes en la tercera edad es la disminución de saliva, esencial para una adecuada hidratación bucal y cuya segregación se reduce con la edad. La falta de saliva puede causar afecciones bucales como la caries y la hipersensibilidad dental entre otras.

Cabe destacar que muchas personas mayores utilizan prótesis dentales, y estas requieren de una labor exhaustiva de limpieza que muchas personas descuidan, algo que podemos solventar utilizando otros productos específicos y complementarios para su cuidado como los colutorios, pero nunca sustituyendo el cepillado dental.

De este modo, las personas de avanzada edad deben prestar más atención a las medidas de prevención de las afecciones bucales, no descuidar su higiene bucodental, beber mucha agua para mantenerse bien hidratados, evitar el consumo de bebidas y alimentos azucarados, así como de sustancias nocivas como son el tabaco y el alcohol y, por último pero no menos importante, acudir periódicamente al dentista.

Cabe mencionar que muchas enfermedades habituales entre las personas mayores como la diabetes, pueden acabar afectando a su salud bucodental, por lo que estas medidas de prevención cobrarán aún mayor importancia para evitar posibles afecciones bucales derivadas de estos otros problemas de salud.

En definitiva, no podemos evitar hacernos mayores, pero sí podemos contribuir a envejecer de una manera adecuada. Así, podremos disfrutar de una mayor calidad de vida.