Para llevar a cabo una higiene oral efectiva hay que tener en cuenta un compendio de acciones, puesto que la complejidad y, sobre todo la importancia de mantener limpia esta parte de nuestro cuerpo es vital.

El requisito mínimo que los profesionales de la salud bucodental demandan a los pacientes es un lavado de boca y cepillado de dientes tras cada comida, pero es ahí, en el cepillado donde intervienen múltiples factores que determinan si se mantiene una higiene óptima o no.

Una limpieza total de tu boca

Debemos recordar que el diente no solo es la parte que vemos frente al espejo, sino que tiene más de una cara para cepillar. Lo más recomendable para pasar por todas y cada una de las zonas sería marcar un circuito de cepillado para no olvidar ni un rincón de la dentadura.

Son 5 las caras del molar que hay que higienizar en cada lavado de boca, la cara que mira hacia dentro, la parte que sale hacia el exterior, la cara que muerde y mastica y los laterales del diente, que reciben el nombre de caras interproximales.

El cepillo interproximal, tu mejor compañero

Para establecer una rutina diaria de limpieza de las caras interproximales el mejor aliado es el cepillo interproximal. Este instrumento cuenta con unos filamentos, con unas cerdas muy suaves para trabajar en los espacios entre diente y diente, evitando el sangrado de la encía.

Es importante que un profesional supervise su uso y te ayude a escoger un diámetro correcto para que los filamentos toquen con las superficies interdentales y limpien correctamente estos espacios que, por otro lado, se usan sin pasta dental.

En la gran mayoría de casos se recomiendan a pacientes que llevan aparatos de ortodoncia y para aquellos con prótesis. Aunque podemos establecer matices dependiendo de la tipología de sus dientes:

• En los pacientes con los espacios interdentales cerrados se recomienda el uso del hilo dental
• En los pacientes que tienen con los espacios interproximales abiertos lo más beneficioso es el uso de cepillos interdentales.

Siguiendo las pautas de limpieza que establecen los dentistas, utilizando el cepillo interproximal cuando corresponda, el hilo dental o, en otros casos, el irrigador dental, la higiene bucal gozará de un estado óptimo para lucir la mejor de tus sonrisas.