El bruxismo es una de las enfermedades que más se diagnostican actualmente. Esta patología causada por el estrés y la ansiedad se ha multiplicado en España y en el mundo.

El ritmo de trabajo, el estrés de la vida moderna y el estilo de vida actual, han provocado un incremento muy importante de esta dolencia. Sin embargo, muchas personas no saben que la padecen; cuando se sospecha la presencia de bruxismo, es necesario acudir al dentista y seguir el tratamiento adecuado, para evitar problemas más graves.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es una patología que hace que quien la padece apriete inconscientemente los dientes y los haga rechinar. Esta enfermedad se reconoce por el ruido característico que hacen los dientes, producto de la fricción y el roce permanente. Se trata de un movimiento continuo, circular o transversal que ocurre generalmente durante las horas de sueño. Algunas personas también presentan este síntoma en situaciones de estrés durante el día.

Las causas del bruxismo son principalmente el estrés, la ansiedad y la dificultad para relajarse. Sin embargo, existen otros factores que pueden contribuir a su desarrollo. Por ejemplo, los malos hábitos de sueño o una postura incorrecta a la hora de dormir, pueden hacer que la posición de la mandíbula sea forzada e incómoda.

Síntomas de bruxismo

El hábito de apretar los dientes y hacerlos rechinar es casi siempre inconsciente. La mayoría de las personas sospecha que lo padecen cuando otra persona les comenta que hacen un ruido mientras duermen.

Las visitas periódicas al dentista también pueden hacer que el profesional detecte la presencia de dientes desgastados o con esmalte fracturado. Estas son señales de que el paciente sufre de bruxismo.

Otro de los principales síntomas es el dolor de mandíbula al despertarse. Este se produce como consecuencia de la tensión ejercida por una mordida muy apretada durante mucho tiempo.

Las personas que padecen bruxismo también pueden presentar dolores faciales, dolores de cabeza, cuello u oídos. El bruxismo también puede ocasionar inflamación y retracción de las encías y vértigos.

Es muy importante estar atentos a estas señales, ya que el bruxismo suele ser una enfermedad silenciosa y puede tener consecuencias para la salud bucal y general. El hábito continuado de apretar los dientes provoca el desgaste y la rotura de los dientes. Pero además tiene consecuencias en la calidad del sueño y puede provocar una fatiga crónica.