Articulo redactado por el Dr. Luis Miguel Sánchez Suárez

Tengo la fortuna de tener entre mis pacientes a una gran cantidad de personas que oscilan entre los 18 y los 25 años de edad – y digo fortuna porque estar cerca de la gente joven transmite alegría. Estos pacientes están pasando de ser adolescentes a adultos jóvenes y desde el punto de vista biológico y odontológico se enfrentan a la erupción del tercer molar o muelas del Juicio.

Justamente, de esa transición de edad deviene el nombre “Muelas del Juicio” puesto que es el periodo en el que supuestamente el individuo ya posee mayor sabiduría. Es por ello que el nombre de la erupción del tercer molar en diferentes idiomas siempre hace alusión al juicio obtenido con la edad en la que la muela hace su aparición en la boca. Así puede entreverse, por ejemplo, en el latín dens sapientiae (diente de la sabiduría) y en diferentes idiomas cuya denominación recoge más o menos la misma idea.

Muchas veces, los pacientes que vienen a mi consulta en LG Dental pretenden extraer las cuatro muelas del juicio, simplemente por el hecho de que “esas muelas no sirven para nada” o “me están moviendo los dientes”. No obstante, creo que antes de decidir la extracción de la muela del juicio debemos saber algunas cosas para poder tomar decisiones informadas.

“Esas Muelas no sirven para nada…”

Los terceros molares son un vestigio de nuestros antepasados Homínidos, los cuales poseían mandíbulas más largas y consumían alimentos que requerían mayor trabajo de trituración como la celulosa, proveniente de los follajes de los árboles. Con la evolución, al cambiar el procesamiento de los alimentos y consumir una dieta repleta de alimentos cocidos y considerablemente más blandos, el ser humano ha desencadenado que la mandíbula reduzca su tamaño y, en consecuencia, que disminuya el espacio a las muelas del juicio. No obstante, decir que las muelas del juicio no sirven para nada, es sacar conclusiones precipitadas ya que antes de su extracción debe verificarse si existe o no existe espacio para una erupción correcta de las muelas y si pueden entrar en funcionamiento sin problemas. Es decir, si en la mandíbula del individuo caben las muelas y mastican, no existen razones suficientes para indicar una extracción.

“Me están moviendo los dientes…”

Aunque es un tema que causa controversia, el movimiento de los dientes por la acción que hipotéticamente podría ejercer el empuje de la erupción de las muelas del juicio, no figura entre las razones para realizar la extracción del tercer molar. Hoy en día, la tendencia es pensar que 4 muelas no pueden mover 8 molares, 8 premolares, 4 caninos y 8 incisivos que son los grupos dentarios que conforman la dentición humana; si existe algún movimiento, solo lo realizará la propia muela del juicio al buscar su erupción por la zona de la boca que le ofrezca menor resistencia. En pocas palabras, en caso de que tus muelas del juicio se muevan, podrás constatar que tienden hacia los lados o simplemente no se mueven.

Ahora bien, ¿cuándo es el momento de sacar las muelas del juicio?

Tomando en cuenta que cualquier terapia debe ser individualizada y adaptada a las necesidades particulares de cada paciente, debemos prestar especial atención a los siguientes problemas ocasionados por el tercer molar, como indicador de que algo no anda bien y es posible que las muelas requieran su extracción:

• Episodios de dolor recurrente.
• Infecciones de los tejidos que rodean la muela de forma repetitiva.
• Daño a los dientes vecinos.
• Caries que imposibilitan la restauración de la muela.
• Perdida del soporte óseo de la muela.

Existen otras razones para la extracción de las muelas del juicio que tienen que ver con tratamientos de ortodoncia u otros procesos dentales, en estos casos tu dentista explicará las razones que justifican la decisión de extracción.

Adicionalmente concurren otros problemas que requieren supervisión por parte de tu dentista, pero que no implican una extracción del cordal de forma inmediata:

• Muelas del juicio en posición incorrecta: producen empaquetamiento de alimentos y pueden ocasionar caries tanto como del tercer molar como del segundo molar.
• Muelas del juicio en erupción parcial: mantienen la encía alrededor irritada y ocasionan la oportunidad de infecciones recurrentes.
• Muelas del juicio que dan indicios de formación de un quiste.

Como toda tu boca y aunque las muelas del juicio no sean extraídas, debes saber que necesitan un control cada 6 meses puesto que la boca es un medio cambiante y lo que hoy está estable en un futuro podría ser parte de un problema que puede preverse si visitas a tu dentista una o dos veces al año.