Una caries es una de las enfermedades bucales más comunes a nivel mundial. Más allá de la edad del paciente, ataca a la pieza dentaria e incluso puede acabar con su pérdida. Los niños y adolescentes son también muy afectados, a pesar de su corta edad.

La prevención es la mejor manera de evitar este tipo de afección.; la higiene es el primer eslabón para que una caries no se forme. Si bien es un dato conocido por todos, las consultas al odontólogo por esta causa siguen en aumento. Cepillar los dientes después de cada comida es fundamental, en lo posible no se debe permitir que pasen más de 15 minutos antes del cepillado.

Formación de una caries: dos puntos clave

El consumo de productos ricos en azúcar y almidón y las bacterias que se encuentran en la boca son determinantes. Ambos producen, al cabo de unos minutos, una especie de ácido que resulta nocivo para los dientes.

Bacterias, alimentos, ácidos y saliva, se combinan para conformar la placa bacteriana. Esta se instala sobre las piezas dentarias y su exceso provoca una caries; en una primera fase se corroe el esmalte natural del diente y, por ese motivo, no suele haber signos de dolor durante su formación.

A continuación, la caries sigue avanzando y afecta la pieza dental en su base. Se crean orificios que van en aumento y destruyen lo que está a su paso; las molestias crecen hasta causar una sensación dolorosa muy fuerte.

¿Se puede tratar una caries?

Una caries tiene diversas formas de tratamientos, según sea su ubicación y grado de severidad. Lo cierto es que lo que no se logra es la reconstitución natural del diente. En todos los casos será necesario recurrir a productos como porcelana, resina compuesta u otros materiales para rellenar.

Antes de proceder al relleno, el profesional debe realizar una limpieza profunda de la zona. Una caries causa infección y la misma debe ser removida previamente al tratamiento. En los casos más severos se intenta reconstruir con material artificial a través de un tratamiento de conducto; cuando la destrucción ha sido grande, se procede a la extracción del diente.

Enfermedades que se producen como consecuencia de una caries

En la práctica, la caries puede ser la causa de otras enfermedades bucales de mayor gravedad. Su tratamiento adecuado y a tiempo se convierte en una herramienta básica para evitar males mayores. Entre otras consecuencias, porque la infección puede trasladarse a otras zonas y afectar el resto de los órganos.

Una caries mal tratada puede provocar gingivitis, sangrado de encías e incluso afectar el soporte de los dientes. Además, cuando la infección alcanza la cara, cuello y vías aéreas, se genera una angina de Ludwing. Es esta una enfermedad que requiere hospitalización inmediata para su control, por la peligrosidad que reviste.

En nuestra Clínica LG Dental, ofrecemos un trato totalmente personalizado a nuestros clientes, en función de sus preferencias y necesidades; tanto en la prevención como en el tratamiento de enfermedades relacionadas con las salud bucodental.